jueves, 2 de julio de 2015

Estos cuadros


Cuando el grifo abierto parece un grito de agua, y la ventana a media asta una ocasión de ensueño, todo se convierte en un lenguaje de señas y aviso. 
El cuadro no se endereza por mas empeño que le pongas, ni el otoño se rinde en dejar de acurrucarse a tu entrada cuando dormís. Abrir la puerta parece la mejor opción. Imagino correr hacia los mares, las montañas, pisar la arena y dejarle al viento tocar su canción a las mejillas. Pilares y panes diarios que siguen en su lugar aguardando, como el horizonte de pájaros en la memoria de las fotos, de las cosas y en mí. Todo se encela por no teñirse de vintage, sabemos que falta, pero también que el tiempo es una mariposa...
Toca no desteñirse en el intento me digo, las notas siguen circulando y me parece verte dichoso como un árbol que nace orillando el lago, cubriéndote la sed de agua, sumergiendo tus dedos.
Aquí brotan solo palabras por ahora, de la lengua, del ombligo, de la necesidad y de la necedad también.
Pero oigo como ruge el caudal a rescatar, a devorar para enriquecer, quiere decir y acaricia, como una pluma pasando por la espalda. Y la puerta, sin abrir.
Íntima inquietud a la defensa


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