martes, 24 de diciembre de 2013

Rompepalabras

Habrá que reinventarse tantas veces como sea necesario para desarmarse y armar...
Habrá que adentrarse en uno, ese animal desconocido,
mucha veces abierto y después cosido que despierta en la madrugada
y gira como queriéndose preguntar algo pero caracol de la noche,
se desfragmenta en pensamientos antes que salga el sol y calla.
Habrá que trabajar en aceptarse
y a veces tallar,
moldear hasta el estremecimiento y ser.

Confíate los secretos que no te dices, permite que esas palabras salgan de tu boca
como pájaros que vuelan hacia otros… y acepta también a las pródigas que regresan
al seno de los labios, al nido del que alguna vez salieron.

Ella te mira, se acerca... te está observando. La poesía en ocasiones te quiere hacer"

Las palabras, esos cuerpos que se hilvanan mansamente, para penetrar en otros,
guantes de sentires, necesidades o a veces huecos oscuros de silencios
que se escapan ordenadamente y braman en la virginidad de un alma
que no sabía expresar y sin pensarlo, nace, pariéndose a si misma para exponerse.

El poema debe estremecer, así deba llegar mordiendo. Poema que no deja secuela, poema no es.

Ni la poesía, ni el mapeo de tus trozos vagabundos o mí olor a fruta recién cortada nos salvará
Ni éste amor arena contado en texturas ni lo anecdotico, lo carnal,
lo piedra lo infierno o lo surreal... nos salvará está vez,
Pero esos títeres por años, letras… que finalmente succionaron fuerza en la erosión,
cobraron vida para no callar ya más.

La lluvia y el puñal

la piel viuda rezonga

esta muerte de amor mendigo.

Las lágrimas amortajadas

los pasos desordenados

el rostro que ya no es,

sino en la saliva de todos.


Anuns