viernes, 18 de enero de 2013

Mariposas

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Aspiró silenciosa el arrebol de su pecho ardiente

mientras una borboleta abría las ventanas de la noche.
Así se fue aferrando de mil maneras...

sus labios rompieron el hielo

y decodificaron los intersticios de un humano amor;

su lengua vagabunda dio pasos húmedos,

cediendo temblorosa pero mágica.

Sus ansias, sus ganas, se lamieron sin dios y sin diablo.

Todo volvió…

arrastrándose primero para luego desfilar.


Perfumada la voz y la originaria cama;

las ruinas que fueron, comenzaron por curarse,

y la furia inclemente se alejó.
Ahora se aterrizan,

se arremeten,

se guarecen

y se salvan.

 

Sólo por hoy atragantados en el tiempo.

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